Prácticas Cuaresmales - Crecimiento en Libertad

Stephen Covey escribió "Los siete hábitos de la gente altamente efectiva". Uno de

estos hábitos que analiza allí es "Ser proactivo". Él dice que una forma de pensar en

nosotros mismos es a través de este diagrama:

Experimentamos un estímulo y damos una respuesta. Sin embargo, esta es una forma

muy básica, casi animalista de responder. Si nuestro perro tiene hambre, comerá; si

otro perro ladra, nuestro perro ladrará de vuelta. Sin embargo, sugiere que los seres

humanos tenemos una tremenda capacidad para elegir nuestra respuesta. Eso quiere

decir que entre los estímulos que recibimos constantemente, podemos crear un

espacio. Este espacio entre nuestro estímulo y nuestra respuesta se llama nuestra

libertad interior. Este es uno de los músculos que trabajamos cuando nos relacionamos

con Dios en la oración, porque Dios nos llama a la plenitud de vida, y la libertad es

parte de eso. La oración es solo una de las prácticas de Cuaresma, pero cada una de

esas prácticas de Cuaresma nos ayuda a ejercitar este músculo. Cuando ayunamos,

nos damos cuenta de que podemos decir no a un trozo de carne el viernes o a una

comida completa el miércoles de ceniza. Estas cosas son buenas, son buenas para

nuestro cuerpo, pero decidimos no tomarlas, y esto nos despierta al hecho de que

somos libres de elegir, y esto trabaja este músculo interior de la libertad. Algo similar

sucede con la limosna. Me privo de algo mientras lo comparto con otra persona.

P. Pepe Ruiz, SJ

Para ver el video completo de este tema puedes ir a: https://youtu.be/LVLFw3wJjUI